jueves, 22 de marzo de 2012

JORNADAS CULTURALES 2011 / 2012 JUEVES 22

TALLER DE SUSHI 
A las 9:15 dio comienzo el taller de sushi (comida japonesa).
Para hacerlo dos alumnas japonesas del aula de Santa Eulalia que asisten a clase de español serán las encargadas de hacerlo y darnos las explicaciones necesarias.
Su profesor Lucas está pendiente de todo y, se le ve muy emocionado de ver cómo se expresan sus alumnas.
El alumnado presente no pierde detalle y,  a la menor duda preguntan, entablándose un diálogo entre nuestras jóvenes japonesas y los alumnos de diferentes nacionalidades.
Al paso del tiempo se nota la impaciencia





A continuación os enseñamos a preparar la comida más típica de Japón, el sushi. En primer lugar, tenemos que cocinar el arroz para sushi. Como se necesita mucho hay que preparar bastante: 900 gramos de arroz para 4 a 6 personas. Con esta cantidad de arroz y un 20% por ciento más de agua obtendremos un arroz blanco normal. Además, hay que preparar el vinagre para aliñar el arroz: a 90 mililitros de vinagre le añadimos 4 cucharadas de azúcar y una de sal. Es preferible que sea de arroz (lo podemos adquirir en tiendas naturistas o en tiendas de productos japoneses). Si no lo encontráis, podéis aliñarlo con vinagre normal.
Cuando el arroz está todavía muy caliente, se coloca en un recipiente grande y ancho o en un molde grande. Se le añade el vinagre preparado y se mezcla, intentando no aplastar los granos de arroz.
Cuando hemos mezclado bien estos ingredientes, hay que airearlo con un abanico ( si no tenéis un abanico, una revista o algo similar puede serviros). Dicen que así los granos de arroz quedan más brillantes y bonitos.
 Los pescados crudos se preparan en cortes iguales a los del sashimi. Se forman bolas alargadas con una cucharada y media o dos del arroz aliñado con vinagre, bolas mucho menores que las del oniguiri. Si estáis seguros de que os gusta el picante, untad la parte superior de las bolas con un poco de wasabi. Si no estáis muy seguros, podéis preparar el sushi sin wasabi y, en el momento de comerlo, mojarlo en la salsa de soja con wasabi.
 Se coloca el pescado y el marisco encima de cada bola y los sushis ya están a punto. El atún, tanto la carne roja como la ventresca, el besugo, el lenguado y la lubina son muy adecuados para preparar el sushi. Las gambas también. Pero en el caso de las gambas, cuando se preparan en casa, es mejor hervirlas un momento, quitarles la piel, retirarles la cabeza y cortarlas por la mitad. El pulpo hervido también es apropiado para preparar sushi.
Con la tortilla a la japonesa también se hace y sirve para variar de sabor. Si alguno de vuestros invitados siente rechazo por el pescado crudo, os enseñaremos un par de sushis occidentalizados y menos chocantes. En primer lugar, es bastante recomendable el sushi de salmón ahumado. También suele tener éxito el sushi con un trozo de aguacate maduro, de sabor muy parecido al de la ventresca del atún.
 Con estos dos tipos de sushi ‘light’ y los de tortilla, los de gambas y los de pulpo hervido, los invitados no familiarizados con la cocina japonesa no se van a quedar nunca con hambre. Forma de comer el sushi: El sushi se moja en salsa de soja antes de comerlo. Si lo preferís algo picante, añadid un poco de wasabi a la salsa de soja. Al mojarlo en la salsa, no hay que meter la parte del arroz sino la del sashimi. Ésta es la manera correcta. El sushi se puede comer con los palillos o con los dedos, porque coger el sushi con los palillos, darle la vuelta, mojar sólo la parte del pescado y llevárselo a la boca es una operación complicada. Podéis cogerlo tranquilamente con los dedos.
Fuente:  http://recetasdecocinablog.com/como-preparar-sushi-desde-casa/

 TALLER DE PASTA FRESCA Y SALSAS







Una vez acabado el taller de sushi dio comienzo el taller de pasta. La profesora Ángela comienza explicándonos lo que vamos hacer, nos explica los ingredientes y las medidas que tenemos que poner.











Comienza a amasar la harina y huevos la pasta se hace muy pastosa y cuesta amasarla lo que provoca las risas de los presentes pero al final con un chorro de aceite de oliva virgen el problema se soluciona.

Una vez amasada procede a extender la masa con un rodillo para que quede lo más fina posible, las miradas de todos los presentes se concentraban en ella, viendo con que soltura movía el rodillo, se nota que tiene mucha experiencia, al final se procede a cortar la pasta en tiras lo más delgadas posibles.






 


A continuación se procede a entregar bolas de pasta a cada grupo para que la extiendan y la corten. Una vez acabada de hacer la  pasta se pasa a hacer las salsas que luego probaremos.







POSIBLES SALSAS PARA ACOMPAÑAR LA PASTA O PARA COMER SOBRE TOSTADAS DE PAN

SALSA PESTO CLÁSICA
Ingredientes
20 hojas de albahaca fresca grandes (aprox.), 4 dientes de ajo, 40 gramos de piñones, 70 gramos de queso parmesano recién rallado, aceite de oliva, pimienta blanca recién molida y sal.
Elaboración
Tuesta los piñones en una sartén sin engrasar y reserva. Pela los dientes de ajo y retírales el germen, ponlos en el mortero con un poco de sal y machácalos hasta hacerlos puré. Incorpora a continuación las hojas de albahaca fresca y continúa machacando hasta conseguir una pasta homogénea.
Seguidamente agrega los piñones, vuelta a machacar hasta que se incorporen a la pasta. Ralla el queso parmesano y ve incorporándolo machacando y mezclando, que se integren todos los sabores. Finalmente, agrega el aceite de oliva dejándolo caer en hilo y ve removiendo con la mano de mortero. Cuando tengas la textura deseada, salpimenta al gusto y ya tienes tu salsa pesto lista para degustar.

PESTO DE RÚCULA Y AVELLANAS
En realidad se sustituye la albahaca por la rúcula  y los piñones por avellanas.
Ingredientes
20 gramos de rúcula, 40 gramos de avellanas tostadas, 2 dientes de ajo, 30 gramos de queso parmesano, una pizca de sal y aceite de oliva virgen extra.
Elaboración
La elaboración rápida es muy sencilla, aunque sabemos que antiguamente el pesto se hacía triturando de forma manual, esta será siempre una buena opción si se desea un pesto más rústico, con la picada menos uniforme. Las prisas en la cocina o simplemente la búsqueda de una textura más suave nos lleva a utilizar batidoras o similar.
Elige la opción que más te guste, nosotros la variamos según el resultado que deseemos, en esta ocasión lo hemos hecho con la batidora. Por lo tanto, basta con introducir en el vaso la rúcula, las avellanas tostadas sin piel, los dientes de ajo pelados y habiendo retirado el germen del interior y una pizca de sal.
Añade también un buen chorro de aceite de oliva para triturar, una vez hecho el pesto verás si hay necesidad de añadir más, lo que también dependerá de si deseas un pesto denso o más ligero. Una vez triturado, incorpora el parmesano rallado, mezcla bien y añade aceite de oliva si fuera necesario.

PESTO DE APIO
Ingredientes
•    Apio (solo las hojas verdes),       
•    Harina de almendra
•    Nueces
•    Piñones
•    1 diente de ajo
•    Aceite de oliva

Cortar y lavar las hojas de apio y cortarlas en trozos pequeñitos. Ponerlas junto con el ajo y picar con la batidora. Añadir la harina de almendra, las nueces,  los piñones y el aceite de oliva muy poco a poco hasta que quede todo bien emulsionado.
Si se quiere para acompañar pasta, se le puede añadir un poco del agua de cocción y así hacer la salsa más ligera.

 OLIVADA NEGRA
Para unos 250 gr. de aceitunas negras carnosas de buena calidad
•    4 tomates secos
•    5 hojas de albahaca
•    1/2 diente de ajo
•    Aceite de oliva

OLIVADA VERDE
Para unos 250 gr. de aceitunas verdes tipo manzanilla de buena calidad
•    1 cucharada de almendras
•    2 filetes de anchoas
•    1 cucharadita de alcaparras
•    Aceite de oliva
Preparación
1. Deshuesar las aceitunas con santa paciencia.
2. Triturar todos los ingredientes con una batidora o un robot de cocina hasta que se forme un puré grueso.
3. Ir añadiendo aceite poco a poco y removiendo hasta que la olivada tenga una consistencia cremosa, pero espesa.
4. Servir acompañado de tostaditas, palitos de pan o pan de pita. También se puede usar en aliños de ensaladas, disolviéndola en más aceite.

PASTA FRESCA AL HUEVO
Ingredientes (6-7 personas)
500 gramos de harina
5 huevos
Sal
Preparación de la Masa Base
1.    Se hace una montañita con la harina a modo de volcán
2.    Se ponen los huevos en su interior y un pellizco de sal
3.    Se mueve poco a poco con la ayuda de un tenedor o agitador añadiendo poco a poco harina de los bordes
4.    Cuando vaya tomando consistenciase  amasa con la mano durante unos diez minutos
5.    La masa debe resultar elástica y sin grumos. Si durante el amasado lo consideráis necesario podéis añadir un poquito de agua templada para que la masa tome esta textura
6.    Se hacer una bola y tapar para que no se seque
7.    Se deja reposar en lugar fresco durante 30 minutos
Preparación de la Pasta Fresca
Se extienden porciones de masa con el rodillo y, con un cuchillo, se cortan tiras del grosor que se desee.
Presentación
Cocer dos o tres minutos dependiendo del grosor y del gusto y servir con la salsa que más guste. La pasta es de tanta calidad que sólo con mantequilla y queso estará exquisita.



   TALLER DE DOMINÓ
Con anterioridad al año 1.000 a.C. se practicaba en la India un juego de azar muy relacionado, aunque solo sea estéticamente, con el juego del dominó. Nos estamos refiriendo a los dados, cuyos elementos materiales de juego eran pequeñas piezas cúbicas en cuyas seis caras se representaban mediante bajorrelieves circulares valores comprendidos entre uno y seis puntos. Podemos ver que hay dos semejanzas entre los dados y las fichas de dominó: La primera que el dado contiene valores de uno a seis puntos y el dominó valores de cero a seis y la segunda que ambos elementos expresan sus valores mediante bajorrelieves circulares (salvo la ficha blanca doble que no posee ninguno) que además se disponen geométricamente en idéntica posición en ambas piezas. No hay nada más parecido a una ficha de dominó que dos dados unidos por una de sus caras. Por lo tanto, no podemos dejar de lado la posibilidad de que el dominó moderno, tal y como lo conocemos, tenga su origen en una influencia mutua entre dos pasatiempos remotos: la acción de casar fichas de uno de ellos y la simbología representada en el juego de los dados. Podemos aventurar que fue en China donde el juego de dados cúbicos que llegó desde la India derivó al nuevo formato de fichas rectangulares que representaban las veintiuna diferentes permutaciones posibles de dos dados de seis lados o valores cada uno (del uno al seis). Posteriormente pasaría a Egipto y después a los árabes que, como descubridores del valor cero desconocido por las civilizaciones existentes hasta ese momento, incluirían las blancas y pasarían de veintiuna a veintiocho fichas por la aparición del nuevo "palo". 

Dejando de lado los divertimentos orientales más o menos relacionados con el juego que nos ocupa, podemos afirmar que el dominó moderno lo pusieron de moda los italianos de Venecia y Nápoles a mediados del siglo XVIII, posteriormente lo introdujeron en Francia y Países Bajos y luego en España, países que a su vez lo difundieron por el resto del mundo a través de sus colonias, extendiéndose de forma extraordinaria.

En cuanto a la etimología del término dominó, al igual que en lo referente al origen del juego, no tenemos una certeza absoluta. La creencia más extendida sobre su nacimiento, como hemos visto en la definición que dábamos en el capítulo anterior, es que proviene del término domino, que es la 1ª persona del presente de indicativo del verbo latino dominare (dominar), y que es la expresión que utilizan los jugadores cuando colocan la última ficha. La transformación de palabra llana en aguda (dominó) se pudo deber a la adecuación de dicha palabra a la particular pronunciación de los franceses.

Hay otra posible explicación etimológica, más legendaria que real, que propone su origen en la expresión
"¡Benedicamus Dómino!" (¡Bendigamos al Señor!), utilizada por los monjes cuando ganaban una mano de dominó para dar gracias a Dios por la merced concedida, y que con el paso del tiempo quedaría reducida a ¡Dómino!.

Finalmente hay una tercera hipótesis, que creemos que es la más consistente de todas, y que hace referencia
a un disfraz carnavalesco que era conocido, con mucha más antelación que la aparición del juego en su concepción moderna, con el nombre de dominó. Viene definido en el diccionario como "traje talar con capucha, que ya sólo tiene uso en las funciones de máscara". La credibilidad de esta teoría se basa en la similitud cromática entre las fichas (blancas en la cara y negras en el envés) y el traje de máscara que se compone de cuerpo o túnica blanca y capa con capucha negra.
Fuente (s):
http://www.lcbsoft.com/domi_i02.htm





 

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