viernes, 19 de enero de 2018

El profesor del futuro será un robot

El sector educativo tiene el reto de preparar a las personas a desenvolverse en un mundo cambiante.
Muchos de los alumnos de Primaria de hoy trabajarán en profesiones que aún no existen y para los que no hay planes de estudio.
¿Qué papel juegan aquí las instituciones "tradicionales"? "Nos tenemos que reconvertir en canalizadores del conocimiento. Hay mucho contenido disponible gratis por Internet, pero alguien tiene que filtrarlo, ordenarlo, adaptarlo, actualizarlo y ayudar a los alumnos a interpretarlo y a orientar su futuro", expone Joost van Nispen, presidente de ICEMD, la rama de formación en áreas digitales de la escuela de negocios ESIC.

 Esta labor se extenderá progresivamente más allá de las cuatro paredes del aula y de la duración de un programa formativo. "Se impone la formación continua, donde ya no sólo los médicos y abogados, sino todos los profesionales tendrán que ir actualizando sus conocimientos a lo largo de toda su vida", asegura Van Nispen.  "El aula deja de ser un espacio físico donde el alumno sólo escucha y memoriza. En las llamadas flipped classrooms, el alumno lee el contenido por su cuenta y las clases sirven para debatir y asentar los conocimientos", explica Van Nispen.

Inteligencia artificial

En el futuro, la inteligencia artificial jugará un papel fundamental, según este experto. Por ejemplo, en la identificación temprana del talento, o en la mentorización de los alumnos. "Hoy, un mentor puede estar físicamente a miles de kilómetros. En menos de diez años, esa labor podrá ejercerla, al menos en parte, un robot. Los alumnos tendrán acceso a ayuda virtual que les permita mejorar su rendimiento", sostiene el presidente de ICEMD.
Las nuevas tecnologías permitirán asimismo personalizar las configuraciones de cada alumno, pero para la certificación de los contenidos seguirá siendo necesaria la aportación de formadores profesionales. "Lo más popular casi nunca es lo de mayor calidad", recuerda.
Asimismo, "las instituciones académicas no sólo deben transmitir conocimientos sino ayudar a potenciar ciertas habilidades, a través de programas prácticos, forzando que los alumnos trabajen en equipo, que sean resolutivos, incorporando metodologías para incentivar el pensamiento crítico o a través de vivencias internacionales", enumera Van Nispen. De aquí a dos años, ICEMD incorporará las flipped classrooms y videopíldoras formativas sugeridas por inteligencia artificial. Y a medio plazo, Van Nispen plantea la creación de modelos de suscripción dirigidos a la formación continua de los profesionales digitales.
 Fuente:http://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2018/01/13/5a5386af22601db70f8b45dc.html

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