domingo, 8 de marzo de 2015

Anécdota de Julio Cesar



 
Cuenta la historia que Julio César cuando aún no había iniciado su carrera política, aunque ya había empezado a destacar en el ejército, en concreto en el año 75 antes de Cristo (nació en el 100 antes de Cristo y falleció en el 44).
Viajó a Rodas para aprender Retórica en la escuela donde daban clases Apolonio y Molón, asignatura de gran importancia en la época. Tras los cursos embarcó de nuevo para volver a Roma cuando fue capturado por un barco de piratas cilicios.


 En la Antigüedad, Cilicia (en griego Κιλικία, en armenio Կիլիկիա) era la designación que se le daba a la Anatolia, que ahora se conoce como Çukurova. Fue una entidad política en la época de los romanos. Cilicia se extendía tierra adentro desde la costa sudoriental de Asia Menor (la actual Turquía), hacia el norte y noreste de la isla de Chipre, y comprendía alrededor de un tercio de la superficie de Anatolia.
zona costera meridional de la península de

Los piratas se dieron cuenta de que ciertamente era un aristócrata pero de poca monta en aquella época por lo que fijaron un rescate moderado, en concreto de 20 talentos de plata, lo cual equivaldría a unos 80.000 euros actuales más o menos. Pero César de manera increíble, se molestó por la cifra que pedían, ya que entendía menospreciaban su figura por lo que insistió en que debían pedir 50 talentos. Los piratas no salían de su asombro y pidieron la cifra que decía aquel joven arrogante, lo cual supuso para su familia un enorme sacrificio económico. De hecho consiguieron reunir el importe del rescate casi de milagro.
Los historiadores piensan que aquel gesto aparentemente de locura de César, pues si la familia no hubiera reunido los 50 talentos algo incierto (aunque si era seguro que hubieran reunido los 20) le habrían ejecutado, tenía una explicación y es que puede ser que César pensara que si los piratas pensaban que era alguien más importante de lo que parecía tendría más posibilidades de seguir vivo el tiempo suficiente para intentar escapar.
El caso es que César durante su cautiverio se llevó muy bien con los piratas, aunque eso sí, les advirtió que cuando estuviera libre los buscaría y crucificaría, a lo que los piratas contestaban siempre riendo pensando que era una broma más de aquel joven.
Cuando César quedó libre los buscó y los crucificó, aunque eso sí, en agradecimiento a que lo habían tratado bien, les cortó antes la cabeza.

Julio César. Biografía



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