viernes, 15 de marzo de 2013

Verdades relativas

El concepto verdad ha traído de cabeza a filósofos y pensadores de todos los tiempos ya que no es fácil dilucidar algo que es tan difícil de demostrar y que está tan influido por la subjetividad de cada uno. Uno de los aspectos más puñeteros de la verdad es que a veces algo es cierto para uno solo pero es falso para un conjunto lo que provoca muchos problemas éticos. Por ejemplo, si yo me cuelo en un tren y no pago puedo tener la certeza que eso me beneficia a mi que me ahorro un dinero pero no perjudica a la compañía ferroviaria ya que mi peso no influye en sus costes pero si todos hacemos lo mismo sí que dañaríamos la viabilidad del servicio. Del mismo modo comprar una vivienda en 2006 teniendo un trabajo fijo y pagando de letra la misma cantidad que se abonaría de alquiler puede haber sido una correcta decisión financiera personal pero nefasta si la hacen un millón de españoles puesto que el endeudamiento resulta excesivo para el conjunto de la sociedad. Esa relatividad de la verdad la vemos constantemente con los datos económicos. Hay 3 datos de los que se presume últimamente en España:
  • El PIB total, a pesar de tanta crisis, es similar –euro más, euro menos- al de finales de 2007
  • Somos mucho más productivos
  • Somos más competitivos y eso hará que el sector exterior español lidere la salida de la recesión
El PIB es igual al Consumo (consumidores y empresas) + la Inversión + Gasto del Gobierno + Exportaciones netas (exportaciones – importaciones).Esto es cierto para todos los tiempos y países. Luego con la excepción de las exportaciones, el PIB mide el gasto, algo que puede mantenerse gracias a la deuda. La gran trampa del PIB es que no tiene en cuenta la deuda, el de España a finales de 2007 era de 1.053.161.000.000 de € y en la actualidad la cifra es parecida a pesar de que todas las cifras económicas son mucho peores que entonces, ¿por qué? Porque hemos conseguido neutralizar con deuda pública (434 mil millones más en 5 años y subiendo) el retroceso en la producción, el consumo etc. Esto comprometerá nuestro crecimiento futuro porque llegará un momento en el que no podremos recurrir a nueva deuda para frenar la caída e incluso cuando toque salir de la crisis, como la deuda habrá que pagarla, el abonarla con sus intereses será un freno.
Dado que producimos lo mismo con muchísimas menos personas trabajando resulta que somos los reyes de la productividad y eso, teóricamente, es muy positivo. No es extraño leer que “7 de cada 10 trabajadores españoles tuvo una mayor carga de trabajo en 2012”.
Por otra parte, es curioso cómo lo más positivo sobre la economía española que se lee desde hace meses trata sobre la buena salud de nuestro sector exterior, ¿Es posible que siga mejorando si el resto del mundo y especialmente nuestros socios comerciales -como Francia- van a estar –según parece- igual o peor que el año pasado? Posible es pero será aún más difícil y si sucede será probablemente por un abaratamiento de los costes que por desgracia procederán más de bajos salarios –ese es el factor clave que nos convierte en más competitivos- que de –por ejemplo- menor factura energética que, más bien al contrario, no para de subir.
Resumiendo,
  • tenemos el mismo PIB que hace 5 años pero debemos mucho más
  • somos mucho más productivos pero a costa de millones de parados
  • mejora nuestro sector exterior porque nuestros salarios son menores
Entonces ¿Cuál es la verdad económica de todo esto, es algo positivo o negativo?

Autor: http://www.euribor.com.es/2013/02/13/verdades-relativas/

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