lunes, 16 de abril de 2012

MIGUEL GRIOT, IQBAL MASID Lágrimas, Sorpresas y Coraje

MIGUEL GRIOT, autor de la novela IQBAL MASID Lágrimas, Sorpresas y Coraje, un relato sobre la esclavitud  infantil en Pakistán.
 Miguel Griot —cuyo nombre completo es Miguel Ángel Alonso Serrano— nació en Salamanca en 1976.
 Su intensa trayectoria vital nos muestra a un joven apasionado e interesado por todo lo que le rodea. Estudió Derecho, Diseño y Desarrollo Multimedia, y formó parte del primer Máster en Periodismo del diario El Mundo. Terminados sus estudios, trabajó como maquetista en la web eresmas.com; fue consultor en nuevas tecnologías en la CECA (Confederación Española de Cajas de
Ahorro) y redactor en elmundo.es. En un momento de su vida, decidió abandonarlo todo y dedicarse al breema (un tipo de masaje que conecta cuerpo y mente).También es voluntario de la Cruz Roja.
Su primer premio literario lo recibió en 2004, por el cuento El Rey de Abría no se llama Güelfi. Un año después, publicó Cuentos de Cura Sanita, lectura recomendada por la Asociación de Bibliotecas Públicas de Girona en 2006.
I

Ésta es la recreación de una historia real, la de Iqbal Masih, un chaval pakistaní esclavizado en una fábrica de alfombras.
Asesinado el 16 de abril de 1995 —a la edad de trece años, se convirtió en símbolo de la lucha contra el trabajo y la explotación infantil.
Iqbal Masih como tantos y tantos niños pakistaníes pobres, nace para ser esclavo. El lector entenderá esta situación si comprende la urdimbre de tradiciones de un Pakistán feudal, donde los más pobres lo único que tienen para sobrevivir son sus manos y las de sus hijos, tal y como cuenta el padre de Iqbal en el libro. En una situación de extrema pobreza se produce la venta de los hijos a cambio de un adelanto en dinero a los padres, que tendrán que devolver los niños con su trabajo. Como los intereses de la deuda ascienden continuamente, su liquidación resulta casi imposible. El empresario usurero es el único que se beneficia, porque las familias, ante la extrema pobreza que viven, suelen pedir nuevos adelantos para sobrevivir, en perjuicio de la libertad de sus hijos.
Tal vez porque esta historia no es una ficción y está inspirada en un hecho real, Miguel Griot, el autor, ha trasladado al relato la técnica del documental cinematográfico en un intento claro de ser objetivo y fiel a la historia que ha inspirado este libro.
A través de múltiples puntos de vista —unos cien—, conocemos a Iqbal por lo que nos cuentan las personas que lo conocieron y lo trataron: sus padres, sus primos, sus amigos, los encargados del taller de alfombras, sus compañeros de trabajo, los miembros del BFLL…, incluso conocemos la opinión del asesino a sueldo.
Aunque Iqbal es un niño gracioso, divertido y, sobre todo, heroico, no despierta simpatía a todo el mundo. Al lector, que no se le escapa ningún detalle, acaba clasificando a «estos secundarios» por lo que dicen e, inmediatamente, los convierte en antagonistas del héroe, del protagonista ausente. Son las opiniones, a favor o en contra, las que guían al lector, que, inmediatamente, se olvida del nombre de quien habla y pone sus declaraciones bajo el rótulo de «madre», «padre», «amigo»…
A pesar de que el lector conoce o se imagina el dramático final, el libro lo atrapa y lo invita a seguir leyendo. Al terminar cada intervención, los personajes adelantan, en muchas ocasiones, lo que va a suceder poco después. De este modo, el lector curioso se dejará arrastrar por ese señuelo hasta la última página.
Contenidos y valores

CONTENIDOS:
  1. Las asociaciones solidarias.
Frente a la injusticia, se alzan asociaciones solidarias, como la BFLL, que ayudan a los más necesitados. Estas asociaciones cuentan tanto con miembros del propio país como con colaboradores extranjeros.
  1. La explotación infantil.
A través de los datos que ofrece el libro, los lectores podrán determinar con absoluta claridad qué es la explotación infantil y cuáles son sus causas. Esta dramática situación afecta a unos 276 millones de niños, de los cuáles más de la mitad realizan sus trabajos en condiciones en las que ponen en peligro sus vidas.
  1. Pakistán.
Iqbal Masih nació en este país islámico, que es uno de los más poblados del planeta. A través de las distintas intervenciones, los lectores irán conociendo la forma de vida de sus gentes, los juegos y deportes más practicados, las tradiciones, las prácticas religiosas, etc.
  1. El respeto a las tradiciones.
La familia de Iqbal conserva las tradiciones sin pararse a pensar si son ética o moralmente buenas.
Una de ellas implica que el hijo más pequeño contribuya económicamente a la boda del mayor a costa de ser esclavizado el resto de su vida—; otra tradición dice que los hijos tienen que trabajar para la familia con la esperanza de que algún día sus hijos también trabajen para ellos.
VALORES:
  1. La valentía.
A pesar de su corta edad y de sus condiciones vitales, Iqbal luchó con todas sus fuerzas para ser libre; para poder soportar las duras condiciones de trabajo. Se rebeló contra sus patronos; se subió a una tarima para dar testimonio de su explotación y la de sus compañeros, y, a pesar de las amenazas de los empresarios, siguió luchando para librar a otros niños del yugo de la explotación infantil, porque él conocía el significado de palabras como respeto, coraje y esperanza.
  1. La lucha por la libertad
Iqbal, al igual que el pajarillo del cuento que oyó de pequeño, considera que la libertad es el bien más valioso para todos los seres humanos. No hay, por tanto, muro que te encierre que no se pueda saltar por muy alto que esté y por dura que sea la caída.
  1. La solidaridad
Que todos los seres humanos podemos hacer algo para conseguir un mundo más justo y feliz es una de las conclusiones que, sin dificultades, extraerán los lectores de este libro. Lo que cada uno puede aportar para transformar la realidad es una pregunta que cada cual debe hacerse.:





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